IRIA OTERO
Especializada en la elaboración de vinos de pequeñas producciones a partir de viñedos viejos y castas locales. Centrada en una viticultura responsable y orgánica, sin el uso de herbicidas o pesticidas agresivos, lo cual es un desafío en la húmeda región del Ribeiro. Trabajo con varias parcelas pequeñas que suman aproximadamente 4 hectáreas en Ribeiro y un poco más de 1 hectárea en Rías Baixas.

Mi historia
Soy farmacéutica coruñesa de formación y profesión, en 2022 lo dejo todo para estudiar enología en Logroño y perseguir mis sueños.
De la mano de mi padre, visité por primera vez una bodega en la Ribeira Sacra, y la huella indeleble de ese recuerdo cobró todo su sentido cuando, años después, pude dedicarme a la viticultura y la enología. Mi carrera comenzó trabajando para bodegas de renombre como Vintae en Rioja y Dominio do Bibei en la Ribeira Sacra. Pero fue a partir de 2015 cuando decidí volar en solitario y dar vida a mis propios proyectos personales.
Así fue como comencé en Rías Baixas, comprando uva y elaborándola en la bodega de una amiga. Pero esa no es la única región en la que concibo mis creaciones. Mi inquietud vinícola también me ha llevado a Ribeiro, Valdeorras y, próximamente, a Ribeira Sacra, el lugar que me cautivó desde el principio y que sigue siendo mi gran pasión.
Además, la presencia de mis vinos en el mercado internacional es cada vez mayor con exportaciones significativas a Estados Unidos, Alemania, Australia y Dinamarca. A pesar de los desafíos impuestos por aranceles adicionales en ciertos mercados, mis vinos continúan ganando reconocimiento por su calidad y autenticidad.

Mis vinos
En Rías Baixas comencé en 2018, cuando establecí en el concello de Leiro mi «bodega base», una pequeña casa donde vivo junto a mi pareja. Fue allí donde nació el proyecto Vinos con Memoria, que tiene como propósito expresar las bondades de las variedades autóctonas cultivadas en los viñedos viejos de la zona del Ribeiro do Avia, tanto en propiedad como arrendados. Mi objetivo es reflejar la esencia de este terruño, que tanto me inspira. La tradición es mi guía, y en ella se basa mi viticultura: sostenible, de bajos rendimientos, con elaboraciones pausadas y utilizando materiales como hormigón y maderas de castaño y roble, que permiten que el vino se exprese con todo su carácter.
Todo para lograr “vinos de antaño pero con una visión moderna». La esencia gallega se deja sentir hasta en el nombre de cada uno de ellos, A Seara, Teixugo o Alebub, representativas de este ámbito.